Sobre la nueva obra de Jorge Colombo, Iris Uribarri nos compartió: La logia de los anillos de Amatista Seguramente entre nosotros hay ya muchos que la leyeron y habrá otros tantos que están por leerla. Para los que no la han leído, la trama, es decir el cuerpo de la historia, es conducida por las peripecias de tres amigos: Dos hombres y una mujer aficionados a la arqueología y a la arquitectura urbana que buscaran develar el enigma de un anillo de amatista En los avatares de esta búsqueda se situaran en épocas y espacios diferentes al presente actual merced al recurso de los pozos de descartes y a los portales de tiempo. En su itinerario los personajes deambulan al modo de las figuras holograma ticas, se desplazan sin tropiezos casi con levedad, con la posibilidad de situarse en tiempos y espacios diferentes. Descienden por pasadizos subterráneos y se llevan consigo al lector, retrotrayéndolo al tiempo de la América de la conquista, la Buenos Aires Virreinas o al esplendor deslumbrante de las ciudades italianas del Renacimiento. En estos locus, los personajes entran en interlocución con las las figuras notables de cada época. Ahora bien si pudiéramos condensar estos parlamentos, qué rasgo común aparece en el enunciado de todos ellos?: el padecimiento por la posesión de un saber, que los vuelve atípicos a la welstanschaun, al ambiente de las mentalidades de su época. De este modo, en la trama de la novela hay un rol protagónico reservado al enfrentamiento por las ideas. Este antagonismo se despliega en la oposición de dos sistemas de creencias: quién nos dice cómo es la realidad ?. El dogma, en el caso de la novela, sostenido en base al principio de la autoridad irrebatible ( en este caso la que impone la Inquisición )? o el discurso que deviene, llamémoslo, de una "epistemología de la observación", propia de la transformación de la ciencia y el arte que florece entre los siglos XV- XVII y que tiene entre sus hitos descollantes personalidades a Copérnico a Galileo a Kepler, a Botticelli...a Leonardo?.a Torrichelli, por mencionarles algunos de los nombres evocados en la novela. Vamos a decirlo de otro modo: la novela nos pone frente a un escenario, la puja entre la ciencia escolástica que vienen de la mano de Aristóteles y Santo Tomas, o de la física geocéntrica de Ptolomeo desde el siglo II y nos contacta con el escándalo epistémico que debe haber producido por caso la teórica heliocéntrica de Copérnico. Entonces el lector esta contemplando algo de las consecuencias de estos cambios de mentalidad: teoría y teatro tienen la misma raíz y ambas significan contemplación. Porque
, qué significa que Galileo Galilei haya muerto en la cárcel, que Giodano Bruno haya muerto en la hoguera, la persecución que sufrió Miguel Ángel por mostrar desnudo, al cuerpo humano o que el papado de la inquisición abatiera una de las primeras academias de ciencia italiana entre cuyos fundadores estaba Torricheli? Que significa en fin que Copernico se haya demora mas de 40 años para publicar sus estudios sobre las orbitas celestes? En la novela el ethos del sujeto se manifiesta por la posesión de un conocimiento, el conocimiento científico. Fíjense: en estos pensadores de la historia de nuestro conocimiento, el saber que poseen los vuelve transgresores, y esta condición conlleva a la exclusión política y moral. De este modo, se explica que la transmisión del conocimiento sea por la vía cautelosa de una logia pero además la novela nos muestra una soledad dramática: La soledad como un signo ideológico en tanto que saber implica la ruptura del individuo con el grupo social al que pertenece. En la epistemología renacentista Dios deja de ser el respaldo legal del conocimiento. En su lugar aparece la razón humana, pero si el hombre es a la vez sujeto y objeto de conocimiento en el orden de las cosas y sus representaciones hay una alteración de los presupuestos. Se cuestionan las condiciones de la representación dogmática y para decirlo desde la lógica de Kano aparecen como un clamor las tres preguntas: que puedo saber? Que debo hacer que me cabe esperar, al que se añade una cuarta: was is der mensch Ahora bien si algo distingue a la ciencia es que es un discurso publico, no hay ciencia de lo privado. Como es entonces en el interior del mundo que la novela nos recrea la posibilidad de transmisión del conocimiento? A algunas de estas claves se sugieren desde el título del libro. Por un lado, El autor asocia al conocimiento con la precaución comunicativa de una logia y por otro lo identifica con la belleza pregnante de la púrpura amatista. Acaso, porque una de las cualidades del conocimiento sea la posibilidad de subvertir el orden hegemónico del statu quo. Acaso, porque el conocimiento científico propone otras formas de la realidad, en armonía con las evidencias,- única forma de acotar la desmesura de las verdades absolutas. Pero lo cierto, es que en esta aspiración del equilibrio, (de la sophrosine) en relación al conocimiento no está de más una cierta "protección". Los griegos llamaban amethystos (sin ebriedad) al mineral magmático que disipaba los pensamientos errados ( sin sobriedad) y refinaba la inteligencia y a la se le atribuye proteger el buen juicio de quien la llevara consigo... La actualidad de la historia: les decía que la logia no es una novela de evasión. No nos saca de la realidad, nos mete en un problema cotidiano: no estamos nosotros, hoy día a salvo de los discursos hegemónicos. Sea el de la publicidad, el de la propaganda el de los poderes gobernantes de turno, el de las tendencias de la academia , o las del mercado. También nosotros en tanto hombres comunes de nuestros días estamos arrinconados por la presión de tener que pensar de una cierta manera, de un modo obligado para no quedar excluido. También estamos prisioneros entre el razonamiento y el acto de fe, no ya en el plano de lo sagrado y lo profano, sino en la posibilidad de representar nuestro mundo personal y cotidiano. Porque lo que se pone permanentemente en jaque es la matriz epistemica , es decir el sistema de condiciones del pensamiento en un mundo como nunca hiper conectado y raramente comunicado Heinsemberg decía que lo que nosotros observamos no es la naturaleza en si, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación. Hasta donde no estamos obligados entonces a pensar de una cierta manera. ? Valoración: Hay una tradición helénica recuperada por el Renacimiento muy propia del humanismo occidental: la idea de que el Bien la Verdad y la Belleza entendidos como valores se suponen uno al otro. Podemos asimilar cada uno de ellos a categorías nuestras más actuales la Belleza al arte, la Verdad a la búsqueda del quehacer científico, el Bien al ethos. Estas cualidades se dan ene. Interior de la narrativa de Colombo, y a mí me parecen profundamente encarnadas en la persona de su autor y es axial querido Jorge, que por esta posibilidad de interlocución que tenemos los lectores con tus ideas artísticas y científicas, te estamos profundamente agradecidos. |
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